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El inventor de los lunes: Marta Marco

Marta Marco es profesora de literatura en Alcalá de Henares, y entre sus obras principales están sus hijos: Guillermo y Blanca, de nueve y tres años. Su educación y felicidad son el principal proyecto. Marta ha pasado doce años opositando al cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria y ellos han llegado en ese período.

 

“Me encanta disfrutar de mi tiempo libre yendo al parque a llenar dieciocho veces un cubo de arena, paseando con mi familia, hablando con mi marido, leyendo todo lo que tenía casi olvidado y descubriendo nuevos textos o escritores; me gusta mucho pasear por Madrid, por Malasaña, por Lavapiés, por el barrio de las Letras; me encanta tomar café con mi madre y charlar de la vida, me encanta sentarme en un banco ahora que llega la primavera a ver a mis hijos jugar, me encanta escribir poesía y sobre todo… me encanta dormir, aunque reconozco que no lo hago todo lo que debiera”.

Recientemente ha publicado El libro de los estorninos, una recopilación de poemas que son retazos de su vida.

Estorninos jpg v2 

Pero lo que más nos ha interesado de Marta, además de su pasión por la escritura y la enseñanza, es su involucración en distintos proyectos con alumnos y ex-alumnos. Ya hubiéramos querido tener la experiencia de poder crear algo junto a nuestros profesores. Pero claro, primero hay que despertar el interés en los alumnos, y eso se le da pero que muy bien a esta inventora de sueños.

“Que se me llene de recuerdos el café,

de gotas de lluvia el filo del abrigo,

de bombones de chocolate negro la cama los miércoles,

de enredos la cabeza los jueves,

de sonrisas todos nuestros amaneceres,

de corazones el vaho del espejo cada mañana,

de bailes todos nuestros anocheceres

y de ganas de seguir escuchándote la vida.”

 

 MartaMarco2v2

 Fotografía de Ainhoa Ramos

Actualmente trabaja  en un proyecto en el IES Antonio Machado. Se trata de un blog de poesía y de fotografía donde algunos alumnos voluntarios de 4º de la ESO (y dos de 2º ESO), escriben poemas inspirándose en fotografías de Víctor Rabanillo, un fotógrafo fantástico que fue su alumno allá por el curso 2004-2005.

http://blogpoeticoyfotografico.blogspot.com.es

¿Qué ha surgido primero, la lectura, la escritura o la vocación de profesora?

Desde muy pequeña me gustaba inventar historias. Con mis muñecos inventaba diálogos y jugaba a poner diferentes voces (algo que también hace ahora mi hija con solo tres años). Con quince años descubrí que escribir era como una medicina. Antes de acostarme, cerraba la puerta de mi habitación y escribía una página de un diario que yo misma  había forrado con papel de regalo. Escribía pensamientos y sentimientos que habían sido importantes durante ese día y aquello me reconfortaba.

Mis quince años fueron un punto de inflexión en mi vida. Cambié de instituto y aquello fue un revulsivo para mí. Descubrí que los profesores eran… unas personas maravillosas que lo sabían absolutamente todo. Mis profesores de Lengua, de Literatura y de Latín pusieron ante mis ojos un mundo impresionante de conocimientos y además, lo hacían con un cariño que me resultó muy llamativo. En mi primer colegio, yo tenía la sensación de no ser nada, de no valer nada, y de repente, en el instituto Antonio Buero Vallejo, en mi 2º de BUP, los profesores me preguntaban, nos preguntaban a los alumnos nuestra opinión acerca de textos que acabábamos de leer. Había profesores que se lo sabían todo, que no leían la teoría del libro de texto, que formulaban preguntas a los alumnos y valoraban las respuestas. Aquello para mí fue el inicio de una nueva vida. Aquellos profesores y todas las lecturas que me recomendaron fueron un cambio radical en mi modo de entender el mundo y sobre todo, en mi modo de estar.

A mi afición por la escritura, le siguió la afición por la lectura. No tardé en darme cuenta de que con un amplio léxico, podía explicar mejor por escrito aquello que había sentido; con un manejo estricto de la gramática podía cifrar con más claridad mis emociones. Así que… la “escritora” que habitaba en mí, descubrió lo necesario de ser buena lectora. Todas las lecturas que formaban parte del canon me entusiasmaban; recuerdo que, mientras mis compañeros se quejaban de La Regenta, yo estaba deseando llegar a mi casa para saber qué cosas le pasarían a la pobre Ana. Recuerdo descubrir a Bécquer y llenar mi carpeta de Rimas. Y recuerdo a Catulo con su “Odi et amo…”.

Recuerdo el magisterio de mis profesores, Antonio Marco, Pedro Villaverde y Antonio del Rey. Recuerdo su interés por nosotros. Y recuerdo cómo con solo quince años descubrí que los adultos les debemos mucho a nuestros profesores. En mi caso, ellos, mis profesores del Buero, hicieron un agujero en un muro que durante años había levantado. Mis profesores me ayudaron a creerme con la fuerza necesaria para llenar mi cabeza de pájaros, de estorninos.

Y así, surgió mi vocación por la docencia. Supe que quería enseñar Lengua Castellana y Literatura.

 

Acabas de publicar tu primera obra El libro de los estorninos, ¿cómo ha sido?

El libro de los estorninos es un compendio de treinta y ocho poemas que comencé a escribir poco después de que naciera mi hijo Guillermo. Durante noches enteras desvelada.

Nació como catarsis durante una dura maternidad y como respuesta a la muerte de mi abuelo Pedro. Cuando él murió en marzo del año 2006, me prometí a mí misma que en cuanto pudiera, intentaría publicar un libro que lo homenajeara, ya que él, desde que gané con diecisiete años dos premios literarios (poco relevantes), siempre me recibió con la pregunta: “¿Has escrito algo nuevo?”.

La decisión de ser madre al tiempo que opositora me ha robado tiempo. Sabía que los esfuerzos para publicar iban a ser difícilmente satisfechos (por diferentes motivos) y me impuse a mí misma la condición de tener la plaza de profesora  para dar el paso de intentar la publicación. En el proceso de oposición y concurso del pasado verano gané una plaza y en cuanto he sido capaz de ordenar mis textos y he conseguido que mi hermana, Nora Marco Alario, los ilustrara… pasé a la acción de publicar El libro de los estorninos, de la mano de Aache ediciones.

Como decía, es un homenaje a mi abuelo Pedro, pero es también un homenaje a todas las mujeres trabajadoras y madres que no renuncian a su feminidad, ni a su talento, ni a su profesionalidad en pro de otras cuestiones que siguen perteneciendo a una sociedad patriarcal. Es además, una herida abierta ante la muerte de la poeta Angelina Gatell, de cuya amistad virtual me he enriquecido durante varios años, y quien en una ocasión, al leer uno de mis poemas, me deseó que alguna vez pudiera publicar un libro lleno de mirlos y de estorninos. Si ella, Angelina Gatell, deseaba algo tan grande… tenía que intentarlo. Su poema, su estornino en duelo cierra el libro y un pequeño encargo en la última página que le encomiendo y que no os voy a desvelar porque no es cuestión, como dicen mis alumnos, de que “os haga spoiler”.

 

Has colaborado en algún proyecto con alguna ex-alumna. ¿Crees que la implicación del profesor en las iniciativas de los alumnos fomenta la escritura y/o lectura, puesto que el tutor es la persona de referencia a nivel académico? Cuéntanos tu experiencia. 

Me reservo para esta pregunta a mi exalumna Ainhoa Ramos Esteban, Noni. De ella son las tres fotografías que aparecen en el libro. De ella es la espectacular fotografía de la contraportada del libro y que, aunque muchos conocidos piensen que soy yo, no lo soy, es ella. La protagonista de esa foto es ella, Noni.

A Ainhoa le di clase de Lengua y Literatura durante el pasado curso 2015-2016 en el IES Ana María Matute de Velilla de San Antonio. Por muchos motivos fue una alumna especial. Era inteligente, lista, mujer, humilde, emotiva, tierna, cariñosa y con sus ojos me guiaba en las clases de aquel 4º de la ESO tan especial donde… de veintinueve alumnos, tan solo tres… eran mujeres. Aquel curso fue fantástico y cuando terminó y a mí me despidieron  como “a todo interino de vecino”, Ainhoa y yo seguimos teniendo contacto virtual.

Cuando comenzó el curso, y sabiendo que hacía unas fotografías espectaculares, a modo de juego, le propuse que hiciera fotos para mis poemas. Yo le mandaba los poemas y ella ideaba qué fotografía hacer. El objetivo inicial era poder publicar mis poemas y sus fotografías. Mis estorninos y sus mirlos, como nosotras decíamos.

Al final, en El libro de los estorninos aparecen tres fotografías de Noni y espero, de corazón, poder ver en un futuro próximo un libro lleno de fotografías suyas decoradas con algún poema mío. Sería un honor porque es una artista excepcional. Con solo dieciséis años tiene un talento único. Sé que triunfará en el mundo del arte.

Por otra parte, uno de los estorninos del libro tiene voz. Se trata de la voz de Ariadna de Miguel. A Ari le di clase, también en el IES de Velilla, durante el curso 2014-2015. Era una alumna que cursaba el Bachillerato de Humanidades y no estaba en su sitio. Yo fui su tutora y le planteé la opción de cambiar de Bachillerato y hacer Artes Escénicas. Tras sopesarlo junto con su familia, optó por el cambio. Dos años después, la vida me ha colocado en su instituto y nuestros caminos se han vuelto a unir. Cuando publiqué el libro, le pedía que pusiera voz a alguno de los poemas y ella… “voló”. Así, en las presentaciones del libro, me acompaña. Ella, y Kevin Mera a la guitarra.

Sinceramente, creo que los profesores implicados mueven en las entrañas de los alumnos todo un mundo. Al menos, mis profesores, como ya os he contado… me abrieron todo un mundo de intereses que hoy, he convertido en mi trabajo y en mi pasión. A mí me llevaron a leer y a escribir.

Creo que mi pasión por la cultura es contagiosa y que mis alumnos pueden encontrar en mí un puente que les lleve a ella. Ellos tienen la confianza de pedirme libros que saben que tengo en casa, me piden que les recomiende novelas, obras de teatro parecidas a otras que hemos leído en clase, me formulan preguntas cuando las dudas les asaltan al construir argumentos, etc.

Así que, sí, creo que la implicación del profesor es muy importante, pero… la implicación fundamental es la de sus padres, la de sus familiares directos. Los profesores estamos con ellos, una hora al día, y en algunos casos ni siquiera. Los profesores transmitimos conocimientos y damos las pautas y los instrumentos necesarios  para que ellos adquieran otros y crezcan (en muy diversos sentidos), pero sin la implicación de las familias, todo lo que el docente haga, queda reducido a la nada.

Son los padres los principales agentes de la educación de nuestros chavales. Y por lo tanto, son también los principales agentes en la adquisición de la cultura.

 

Como profesora y escritora joven, ¿cómo piensa que evolucionarán la ortografía y la caligrafía con las nuevas tecnologías?

“Limpia, fija y da esplendor” dice el lema de la Real Academia Española de la Lengua desde que en 1713 el Marqués de Villena creó esta institución. La ortografía es el conjunto de reglas y convenciones que rigen el sistema de escritura; creo que cuando se vulnera (desde la tecnología o no) es por desconocimiento de la norma, no por modernidad o por juventud (todos los teclados –de cualquier dispositivo- tienen el símbolo de la tilde, de los dos puntos, de la coma, etc.).

Como profesora de Lengua Castellana y Literatura, soy escrupulosamente exigente con el rigor ortográfico. No es cuestión de elegir si “usarla” o no; si aprenderla o no. Es norma. No es cuestionable.

Respecto a la caligrafía, no creo que las tecnologías puedan influir de manera definitiva sobre ella. Es cierto que las personas que escriben siempre desde dispositivos tecnológicos pierden la destreza o la facilidad para escribir con bolígrafo sobre papel y su caligrafía se deteriora, pero no me parece que las tecnologías sean un “enemigo” de la caligrafía. Recuerdo la época en la que las tablets y los libros electrónicos iban a convertirse en el fin del libro tradicional y no… no han podido “estas modernidades” con la tradición. Y es que… creo que la magia de los libros es absolutamente insustituible. Los amantes de los libros accedemos a la tecnología, pero no renunciamos al placer que supone pasar páginas y oler esa particular mezcla de tinta y papel.

 

Ahora estás en pleno vuelo con los estorninos, pero ¿hay algún próximo proyecto en mente?

Siempre. En El libro de los estorninos han aparecido treinta y ocho poemas, pero mi cabeza siempre está llena de pájaros.

MartaMarco3v2 

Aquí puedes ver sus apuntes, sus bocetos, sus sueños, sus estorninos…..

http://alfondoalaizquierdaencontrarasmialma.blogspot.com.es 

 

Modificado por última vez enDomingo, 02 Abril 2017 19:16

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