Así se define Gracia Iglesias, una madrileña del 77 que exprime el tiempo “inventando” en la provincia de Guadalajara, y le saca tanto jugo que es escritora, performer, cuentacuentos y actriz de doblaje.

Aunque sus inicios profesionales se dieron en el campo del periodismo y la crítica de arte, actualmente  se dedica por completo a la escritura, la interpretación, la gestión cultural y la actividad docente.

Literatura infantil

Ha publicado numerosos libros:

El tesoro de Isla Cocina. (Ilustrado por Sergio Arranz). La Fragatina.

El Hilo. (Ilustrado por Rosa Osuna). Kalandraka.

El dragón de la chimenea. (Ilustrado por Francesca Assirelli). Pintar-Pintar.

¡Qué golazo! (Ilustrado por Jordi Sunyer). Jaguar

Moustache. (Ilustrado por Guridi). Lata de Sal.

Felipe tiene gripe. (Ilustrado por Sara Sánchez). Jaguar.

Subasta extraordinaria. (Ilustrado por Susana Rosique). La Guarida.

Huevos y patatas. (Ilustrado por Susana Rosique). La Galería del libro.

Poesía

En 2002 obtiene el premio Gloria Fuertes de Poesía Joven, por el libro Sospecho que soy humo. Fundación Gloria Fuertes.

Dos años después, la Fundación Miguel Hernández reconoce su calidad literaria otorgándola el Premio Nacional de Poesía Miguel Hernández con el libro Aunque cubras mi cuerpo de Cerezas. Ed. Into. Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert.

Performance

La habitación transparente (los libros liberan). Sevilla 2009

“Me introduje en una caja de dos metros de largo por tres de ancho y algo más de dos metros de alto, formada por cuatro paredes y un techo de metacrilato de tres centímetros de espesor, y colocada sobre un suelo de palés forrado con moqueta amarilla, cerca de la entrada sur de la Alameda de Hércules, en pleno corazón de Sevilla. Mi entrada se produjo a través de una trampilla de unos 40 por 40 centímetros practicada en la parte superior de esta habitación transparente. Conmigo entraron en la caja un saco de dormir, una esterilla, un taburete plegable de tres patas, una lámpara eléctrica, varias capas de ropa de abrigo para quitar y poner —que me permitieran sobrellevar los momentos de frío y de calor—, y una bolsa de aseo personal con toallitas húmedas, desodorante y “jabón” de acampada, que es en verdad una especie de desinfectante a base de alcohol que no necesita ser aclarado con agua”.

“Salí de mi encierro cuatro días después, trepando por una pirámide de libros. Entre esos dos instantes transcurrieron más de 5.000 volúmenes que varios centenares de personas introdujeron en la urna en la que yo habitaba a través de una abertura de unos 20 por 40 centímetros, practicada en una de las paredes, que era, al mismo tiempo, la puerta de acceso a la bebida y alimentos que los propios ciudadanos me traían y el único lugar que me permitía hablar con ellos, razón por la que yo le di el nombre de el locutorio.”

Heart

La performance se fundamenta en el dolor que sufren las personas que exponen su corazón; corazones alados que acaban en manos de cualquiera y que acaban siendo heridos —de forma a veces involuntaria— e incluso maltratados. Corazones que, sin embargo, no pueden renunciar a la libertad, pues enjaulados se marchitan y mueren.

Su actividad literaria se completa con una intensa labor de animación a la lectura por medio de talleres de escritura creativa orientados a adultos, niños y jóvenes, así como de actividades artísticas y literarias en espacios culturales y museos como el Thyssen Bornemisza. También imparte regularmente cursos de técnicas de animación a la lectura y de introducción de la creatividad en las aulas, dirigidos a docentes y bibliotecarios. En varias ocasiones ha sido jurado en concursos literarios dirigidos a estudiantes de ESO y Bachillerato.

En 2012 Inicia su aventura empresarial dentro de la cultura y el ocio con la creación del espacio multidisciplinar Oropéndola: bebeteca en inglés y en alemán, play-english para niños, clases de tango, danza bollywood, escritura creativa, pilates, "Una vez al mes cuentos en inglés", teatro fotografía, campamentos… Vamos, una ensalada de actividades aderezadas con mucha pasión y creatividad, como todo lo que “cocina” Gracia Iglesias.

Además, es colaboradora habitual de la cadena de radio Onda Cero Guadalajara con el espacio “El escaparate de Gracia”.

Escribes, cuentas, improvisas, interpretas...Podría decirse que eres una "mujer orquesta" de las artes. ¿Qué te lleva a una u otra iniciativa? ¿Dónde te encuentras más segura?

Todo mi mundo creativo surge de una misma necesidad, la de comunicar y contar historias. Quizá por eso estudié periodismo y ejercí la profesión durante unos años, hasta que el estado actual de las cosas en el mundo informativo me decepcionó profundamente. En todo caso, detrás de cada una de mis actividades, ya sea escribir un cuento infantil o poesía para adultos, hacer una performance artística o cualquier otra acción creativa, hay una necesidad de contar algo. Por lo general son ideas que rondan en mi cabeza, a veces durante mucho tiempo, hasta que ellas mismas encuentran, de alguna manera, la forma de salir o de expresarse.

En ocasiones, cuando un concepto se convierte casi en una obsesión para mí, necesito transitar varios caminos para desarrollar todo lo que ese concepto me dice. Es el caso de la memoria, por ejemplo; desde hace mucho tiempo me preocupa un hecho que para mí es claro: las personas somos lo que recordamos y existimos mientras somos recordadas, por tanto, si perdemos la memoria una parte de nosotros desaparece y, del mismo modo, aunque hayamos muerto, seguiremos existiendo mientras quede un rastro de recuerdo, aunque sea pequeño, en alguna persona, incluso si esa persona ni siquiera llegó a conocernos. Esta idea, que empezó siendo una intuición (aparece sutilmente en mis primeros poemarios), no dejó de aguijonearme hasta que escribí el libro "Gritos verticales" en el que es uno de los ejes sobre el que gira todo el poemario, pero aun así sentía que todavía necesitaba desarrollarla más, así que puse en marcha el work-in-progress "La red de la memoria" en la que recojo recuerdos (grabaciones de voz), los guardo y los "tejo" simbólicamente en distintas acciones que voy llevando a cabo cuando puedo.

Otro tema recurrente en mí es el de la tristeza oculta y el de las distintas capas de las personas. Este se manifiesta en varios de mis poemas recogidos también en mis últimos libros y en la performance "Soy feliz" (claramente influenciada por quien es para mí la gran maestra en el arte de acción, Marina Abramovic).

Pero estos son temas que podríamos llamar "profundos". También me muevo por impulsos más lúdicos y por historias más ligeras. Parafraseando a mi adorada Gloria Fuertes, cuando estoy feliz escribo para niños: cuentos, poemas y hasta canciones (aunque solo canto en los cuentacuentos). Desde niña me ha apasionado que me cuenten cuentos y al mismo tiempo me ha apasionado contarlos. Tengo una amiga que dice que soy incapaz de contar nada sin convertirlo en cuento y quizá esa es la razón de que me "enrolle tanto" cuando hablo o cuando respondo a preguntas en una entrevista como esta, ja, ja, ja.

Con todo esto, creo que puedo afirmar que me siento cómoda y segura en todas mis facetas, porque solo cuando estoy cómoda y segura me lanzo a un proyecto. Pero tengo que decir también, en honor a la verdad, que para poder vivir de esta pasión de comunicar y de contar historias a veces tienes que dedicar más tiempo y esfuerzos a una de las actividades que a otras, y aceptar encargos que a veces te ponen en aprietos por falta de tiempo para preparar las cosas tan bien como a mí me gusta. Hoy por hoy, me gano la vida gracias a la literatura infantil y a mi actividad como cuentacuentos y actriz, pero esto me permite seguir desarrollando mis demás inquietudes. La verdad es que soy muy afortunada.

¿Qué es para ti un elefante?

¡Qué buena pregunta! Cuando publiqué "Distintos métodos para hacer elefantes" pensé que me la harían mucho, pero lo cierto es que solo unas pocas personas me la plantearon. Para mí los elefantes son un símbolo de los grandes proyectos, y el proyecto más grande que se me ocurre es la propia vida. ¿Por qué elefantes? Pues porque son animales que me caen sumamente simpáticos, son imponentes, tienen una capacidad de aprendizaje brutal y una memoria legendaria, creo que simbolizan a la perfección lo que es la propia vida en sus múltiples facetas.

Especialmente nos ha llamado la atención tus performance, ¿qué se siente dentro de cada improvisación?¿Desaparece Gracia Iglesias o por el contrario se libera toda tu personalidad?

Bueno, en primer lugar me gustaría aclarar que aunque en las performances hay un grado muy alto de improvisación, sobre todo si, como en mi caso, se hacen en lugares públicos o con la intervención espontánea de la gente, en realidad todas ellas se asientan sobre un minucioso trabajo previo, tanto en el plano conceptual, como en cuanto a desarrollo práctico. No es que se ensayen, porque de hecho es imposible ensayar lo que pasará cuando el plan es encerrarte en una urna gigante en medio de una ciudad durante varios días para pedir que la gente te de libros con los que liberarte, o cuando piensas salir a la calle con los ojos vendados para que completos desconocidos te lleven de paseo a ciegas sin saber a dónde vas. No, no se pueden ensayar esas cosas, pero sí hay mucha planificación práctica (cómo empezar la acción, necesidades técnicas, vestuario, forma de terminar la acción, posibles complicaciones que habría que tener en cuenta...).

Lo que sí es una completa montaña rusa de improvisación son los sentimientos. Hay algo común en todas mis acciones: la emoción e ilusión de la preparación, los nervios en las horas e instantes previos al comienzo (a veces verdadero miedo), la subida de adrenalina en el momento en que todo da comienzo... pero a partir de ahí cada acción despierta cosas diferentes. No hay enmascaramiento ninguno, Gracia Iglesias no desaparece, sino que se desnuda en cada trabajo, pongo todo mi ser en la acción y soy toda yo en cada movimiento, por lo que el grado de exposición física y emocional es muy grande. Por ejemplo, la performance "Soy feliz", que realicé en tres ocasiones (en un simposio de arte contemporáneo en Austria, en sendos festivales de perfopoesía en Sevilla y Elche), me agotaba emocionalmente; era una acción muy física y en la representación de Sevilla incluso me apuñalé sin darme cuenta y tuvieron que llevarme al hospital nada más terminar la acción, pero no fue por ese riesgo por lo que dejé de hacerla, sino porque emocionalmente era muy intensa para mí y considero que con las veces que la he hecho ya hay suficiente.

Pero es que también cuando actúo para niños pongo todo mi ser en ello. Cada vez que hago un cuentacuentos lo preparo con todo el cariño y la profesionalidad de que soy capaz, y siempre a cada uno de mis libros infantiles le dedico mucho tiempo, no solo en lo que respecta a la creación literaria, sino también a la hora de pensar cómo lo presentaré, cómo lo contaré. Elijo un vestuario y un attrezzo adecuado, invento una manera de introducirlo y en muchas ocasiones invento una canción para el cuento. En esta faceta musical -como en otras muchas de la vida- es fundamental para mí la ayuda de mi marido, Pedro G. Chain, que es cantante y que me ayuda a hacer que las canciones suenen bien.

Con tanta inventiva seguro que ya estás trabajando en próximos proyectos. ¿Algún avance que nos puedas contar?

Sí, sí, siempre tengo algo entre manos. Creo que el día en que pare será porque he muerto, ja, ja, ja.

En estos momentos, como te he comentado, estoy muy volcada en mis proyectos infantiles. Esta primavera estreno dos cuentos nuevos, "Karim y las cebras" con la editorial Nandibú y "Marcelina en la cocina" con la editorial Jaguar, así que estoy preparando los cuentacuentos y canciones para esos libros.

Y estoy trabajando, junto con Pedro, en el perforrecital "La cicatriz", que estrenamos en el pasado Festival Perfopoesía de Sevilla y que presentaremos en septiembre en el festival de poesía Arriversos de Guadalajara. Este perforrecital se basa en los poemas de mi libro "La cicatriz", que también está a punto de ver la luz, publicado por la editorial Noctiluca.

Además ando contando mis cuentos por colegios y bibliotecas, y preparando talleres y actuaciones para las ferias del libro que se avecinan: Guadalajara, Moralzarzal, Tres Cantos, Fuenlabrada, Madrid... En la feria de Guadalajara Pedro y yo impartiremos un taller de perfopoesía para jóvenes, que culminará con una actuación de los jóvenes participantes en la carpa de actividades de la feria.

Y, entre tanto, tengo un enjambre de ideas para cuentos y performances, esperando el momento en que pueda dedicarles tiempo.

En fin, que ando liada.

Y por último, si pudieras reinventar el mundo, ¿cómo sería?

Sería un mundo en el que se valorase por encima de todo el respeto a las persona. Un mundo en el que la educación, la literatura y el arte fueran los asuntos de mayor importancia. Y, por supuesto, un mundo de igualdad gobernado por fuerzas femeninas, lo cual no significa que solo las mujeres detentarían el poder, sino que frente a la sobrevaloración actual de lo masculino entendido como violencia y competitividad, en mi mundo ideal primarían los valores femeninos (tan injustamente menospreciados todavía) de la sensibilidad, el cuidado y la colaboración. Respecto a esto último, en mi mundo la lectura de la novela "El país de las mujeres" de Gioconda Belli sería materia de estudio en las escuelas.

Que siga girando tu caleidoscopio, Gracia, para seguir viajando contigo y disfrutarlo.

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